Reseña de El hombre de
la oscura mirada
Las novelas de Javier L. García, muchas veces son inclasificables.
Pertenecen o no a un género determinado, pero siempre hay gotas de otros muchos
si lees sus historias.
El hombre de la oscura
mirada es, en principio, una novela negra, que parte de la muerte de uno de
los protagonistas, que siempre aparecerá en un aparente segundo plano. El
finado es profesor de economía, padre y esposo ejemplar, que deja a toda su
familia desvalida.
Un amigo del matrimonio, al ver esa situación, intenta
reconfortarla dentro de lo posible. Pero en la trama hace aparición de un ser
sobrenatural, que da el título a la novela, que le entrega un diario de su
difunto compañero, un documento que relata los secretos más oscuros del
fallecido y que nos irá conduciendo por la trama de la novela.
Con la habilidad que nos acostumbra, el autor nos irá
entrelazando el pasado reflejado en el diario con el presente. Los sucesos narrados
en él nos sacarán del simple concepto habitual de una novela negra al uso para
mostrarnos, en determinados momentos, pasajes próximos al terror y, por el
contrario, relaciones que nos muestran un cierto erotismo que se
interrelacionan de una manera muy correcta con el desarrollo del argumento del
libro.
Javier L., que ya nos ha demostrado con anterioridad esa
facilidad para desarrollar las tramas, sobre todo en su primera obra, el
imprescindible El colgante, nos muestra una narración de la que es difícil
abstraerse y que es posible que nos quite horas de sueño porque es difícil
hacer un descanso en su lectura.
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